La radical transformación de este típico departamento porteño no levantó un átomo de polvo. ¿La clave? Un interiorismo enfocado el mobiliario funcional
Dicen que la vida da las opciones, pero las decisiones son de uno y ese es justamente el factor que marca la diferencia. En este departamento no había en principio notas altisonantes: tres ambientes en Recoleta, balcón corrido al frente, un generoso metraje y buen estado general: ése fue el punto de partida para las arquitectas Jesica Niemetz y Sol de Núñez, del estudio NdN. El dueño, un abogado joven que vive solo, las convocó para ocuparse del interiorismo y el dúo generó espacios funcionales, adaptados a una estética general masculina y contemporánea.
Trabajaron con una paleta de tonos negros, grises y crema, salpicada por algunos detalles de color; los materiales protagonistas fueron la madera y el hierro y diseñaron ellas mismas varios de los muebles. Los ambientes se redefinieron entonces en función del uso y la estética, y así el conjunto cobró un sentido de bienestar que corresponde exactamente con la decisión del dueño de disfrutar su casa al máximo.
- Cruzando la puerta, se accede a un hall de entrada. Hacia la izquierda está el ambiente donde se encuentran el comedor diario y la cocina; hacia la derecha, el área social dispuesta en ‘L’.
- Integrado al comedor pero delimitado por una carpeta hecha a medida, el amplio living reúne un sector de estar y otro para la TV.
- Un pasillo distribuidor conecta con los dos baños, con la habitación principal y con un segundo cuarto.
- El balcón corrido, que ocupa todo el frente, fue ambientado para funcionar como una expansión del living y del dormitorio principal.