Mis antesedentesestan a dispocision.., Haspiro a una remunerasión de., Mi objetibolavoral es.. La lista de ejemplos puede prolongarse indefinidamente. Al buscar trabajo, hay un axioma que no debe olvidarse: «todo comunica». Y eso, claro, incluye la redacción del CV. Un currículum mal escrito, con errores de normativa o fallas en el tipeo, asusta al posible empleador.
Hace unos años, el empresario inglés Charles Ducombe (director de sitios online de viajes, celulares y ropa) hizo un análisis en la Web y descubrió que con una mala ortografía las ventas podían caer hasta 50%. Por eso, dijo que uno de los factores que evalúa al contratar personal es la buena redacción, que otorgará mayor credibilidad a su sitio.
Si se lee una opinión escrita correctamente y otra con errores de normativa, automáticamente uno tiende a aceptar como válida la primera. Por eso, muchas empresas están invirtiendo en capacitar a sus empleados y los envían no solo a clases de redacción corporativa, sino también a cursos de ortografía. Es que con los mails y las redes sociales internas, en las compañías, la buena ortografía pasó del ámbito privado al público. Resulta inaceptable que alguien en un cargo de mediana o alta responsabilidad no escriba correctamente.
«Mi objetivo laboral, es que la organización saque lo mejor de mi, teniendo como meta principal trabajar en ONGs». Al analizar en detalle esta oración, se encuentran varios errores que, por repetidos, ya no asustan. Primero: ¡evitar la coma entre sujeto y predicado! La coma antes de «es» responde a una pausa en el discurso oral, que no debe llevarse a la escritura. Segundo: ¡recordar el uso de la tilde diacrítica! «Sacar lo mejor de mí» debe llevar tilde en el pronombre personal. Tercero: evitar los gerundios. La mayor parte de las veces, los gerundios como «teniendo» están mal usados. Cuarto: las siglas no tienen plural. Oraciones cortas, ideas claras y, sobre todo, recordar que no se escribe como se habla.
Hay errores y horrores, hay diferentes contextos comunicacionales. Nadie espera lo mismo de un mensaje de WhatsApp que de un mail corporativo y hay trabajos en los que la excelente redacción no resulta fundamental. Pero hoy más que nunca la buena ortografía se ha convertido en sinónimo de prestigio social, de buena educación. Y esto, muchas veces, marca la diferencia entre conseguir o no una entrevista laboral.
Coordinadora del departamento de Desarrollo Profesional de la UP
Fuente: lanacion.com.ar