Jugarte a pintar una pared de tu casa le suma a la deco una onda personal e irrepetible. No es necesario que pintes toda una pared (aunque tener una pieza fuerte que llame la atención puede distraer la vista de algún defecto), también vale pintar un detalle chico que combine con los muebles y dé un toque de color.
Te sugerimos que si no te llevás muy bien con el dibujo, te asesores con algún artista para llevar tus ideas a la práctica. Los precios varían dependiendo de qué es lo que busques pero para orientarte tené en cuenta que una pared tipo graffitti con mucho color puede salir a partir de $ 4000. Lo principal es que te sientas muy cómoda con el diseño porque un mural es un proyecto a largo plazo con el que tenés que convivir todos los días.
Si el ambiente no es tan grande, lo importante es que la pintura no reste espacio. Esto se logra con profundidad en el diseño, que no sea un solo plano sino que genere perspectiva, algo parecido a lo que produce un espejo. Tené en cuenta que siempre es mejor trabajar sobre una superficie lisa, con una buena pintura de base y sin humedad si lo que querés son dibujos bien definidos, pero si lo que buscás es cubrir una superficie con textura, podés jugar con técnicas mixtas, pegar papeles y sumar más volumen con enduido.
¿Qué se buscó? Para este espacio de trabajo, se intentó que la ilustración fuera la dominante del diseño, y para eso se jugaron con esta obra tipo grafiti que ocupa toda la pared.
¿Cómo se hizo? Si bien el resultado que se quería era tener una pieza fuerte que dominara el ambiente, se trabajó primero en dos colores para que no fuera invasivo visualmente. Luego, se le sumaron detalles de color en distintos sectores para que conviviera mejor con la deco.
Artistas: Magdalena Casá y Soledad Miguens intervienen muebles y paredes.
Fuente: revistaohlala.com
